La incertidumbre persiste entre buena parte de los consumidores colombianos, que al cierre de julio volvieron a expresar sus temores frente a lo que ocurrirá con el empleo y el deterioro del mercado laboral. Esta es la principal razón por la cual el Índice de Confianza del Consumidor que mide Fedesarrollo mantuvo su registro negativo en 5,2% en julio. No obstante, este resultado es mejor en 1,2% frente al mes anterior. En tres ciudades los consumidores creen que las perspectivas pueden mejorar: Medellín, Bucaramanga y Bogotá. Incluso, frente a las preguntas de si tienen mayor disposición para comprar vivienda o bienes durables, hubo un aumento en el porcentaje de colombianos cuya respuesta fue positiva. Además, la confianza aumentó en estratos medios y bajos, pero cayó en los altos. La cuesta sigue siendo elevada para la confianza.